En el marco de la conmemoración del Día Internacional contra la Esclavitud Infantil, nuestro país reafirma su compromiso para la erradicación de este flagelo, a través de la constitución de Comités Regionales liderados por las Seremías del Trabajo en Chile.
El pasado 16 de abril, se conmemoró en todo el mundo el Día contra la Esclavitud Infantil, fecha que desde el año 1997 se fijó para recordar la existencia de este fenómeno, el cual actualmente, y pese a los enormes avances logrados durante décadas, afecta a cerca de 200 millones de niños y niñas a nivel mundial, según cifras de la UNICEF. 72,5 millones de estos casos se trata de trabajos peligrosos.
Hablar de esclavitud infantil en el año 2021, sin duda puede generar extrañeza e incredulidad. Sin embargo, este concepto, acuñado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), engloba una serie de formas de sometimiento que actualmente se siguen manteniendo en práctica, tales como el trabajo forzoso, la trata de personas, la esclavitud doméstica, el matrimonio forzado, el uso de niños niñas y adolescentes como “soldados” o para cometer delitos y la explotación sexual, como lo señala el Convenio 182 de este organismo del año 1999.
Trabajo Infantil en Chile: Índices de Vulnerabilidad
En nuestro país, el avance y erradicación de esta práctica, muchas veces enquistada culturalmente durante generaciones, ha sido firme y constante, avalados por la ratificación y llamado al cumplimiento de la erradicación de este fenómeno, el cual Chile plasmó a través de su ratificación del Convenio sobre los Derechos del Niño, Niña y Adolescente de la Organización de Naciones Unidas en 1990 y que se ha traducido en un trabajo multisectorial en el cual han intervenido una serie de instituciones públicas, tales como organismos de Gobierno, policías, el mundo académico, entre otros.
Actualmente, y a través de un denominado “Índice de Vulnerabilidad”, construido de manera conjunta de la OIT y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la ONU, 201 comunas de nuestro país se encuentro en un nivel bajo de vulnerabilidad al Trabajo Infantil, 63 de ellas tienen un nivel medio, y 81 tienen un alto nivel de vulnerabilidad. Esta unidad de medición se construye a través de la presencia, en mayor o menor medida, de los denominados “factores de riesgo” tales como la deserción escolar, la dificultad de acceso a servicios sociales, la pobreza multidimensional, el empleo informal y la “valoración” que a veces existe sobre este flagelo.
La labor realizada en la Región de Valparaíso
En el caso de la Región de Valparaíso, 9 de sus comunas poseen un alto índice de vulnerabilidad al Trabajo Infantil, mientras que otras 21 se mantienen en un nivel medio y las 8 restantes, en un índice bajo, según cifras de la OIT y CEPAL a partir de los datos generados desde el Censo 2017 en nuestro país.
Estos índices, pese a que mantienen a este punto del país con cifras positivas (manifestado por ejemplo, el índice de asistencia escolar de un 92,8% entre los niños y niñas de 6 a 13 años de estas comunas) llaman a reforzar la tarea realizada por el Gobierno y otras instituciones, encabezada en la Región por el Comité Regional para la erradicación del Trabajo Infantil, liderado por la Seremi del Trabajo y Previsión Social, la abogada María Violeta Silva.
Al respecto, Silva destacó el carácter multisectorial de esta instancia, donde participan instituciones como el Ministerio del Trabajo y Previsión Social; el Ministerio de Justicia a trav{es del Servicio Nacional de Menores (SENAME), las Gobernaciones Provinciales, Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones, entre otros. Además, la Presidenta del Comité enfatizó que “Cuando hablamos de Trabajo Infantil, no hablamos sólo de la figura o imagen más propia de la esclavitud de siglos pasados, sino que estamos hablando de situaciones como trata de personas, el uso de menores de edad para cometer hechos delictuales, y en suma, una serie de hechos que afectan su vida e integridad, flagelos que en muchas partes del mundo, lamentablemente se mantienen hasta el d{ia de hoy”.
“Como país, estamos comprometidos en erradicar el trabajo infantil, con un especial énfasis en aquellas prácticas que se les denomina las “peores formas”, como algunas de las anteriormente nombradas”, subrayó María Violeta Silva.
La preocupación por los efectos del COVID-19 y su relación con el Trabajo Infantil
La pandemia mundial de COVID-19 iniciada en todo el planeta desde inicios de 2020, preocupa a todos los organismos relacionados con el combate a este fenómeno, por cuanto se cree que sus efectos sociales y económicos de la crisis sanitaria, tales como el inminente aumento de la pobreza y los empleos, podrían generar un aumento de casos donde se registren formas de explotación laboral a niños, niñas y adolescentes.
En ese sentido, la UNICEF ha manifestado que “Hasta la fecha, los niños son las víctimas ocultas de la pandemia de COVID-19, más que el rostro de ella. Sin embargo, la vida de los niños de todo el mundo ha cambiado debido a las medidas adoptadas para contener la enfermedad. Las familias se enfrentan a un mayor interés bajo el encierro y muchas experimentan inseguridad financiera”.